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Lucernas paleocristianas

  • María Martín
  • 1 mar 2017
  • 4 Min. de lectura

El mundo romano empezó a ver su declive con la llegada del cristianismo, que comenzó a expandirse por el Imperio entre los siglos III y IV d.C. por lo que poco a poco los signos que caracterizaban a esa cultura comenzaron a decorar edificios y objetos de muy distinta naturaleza. En particular este avance del cristianismo y por lo tanto de sus signos se reflejarán en las lucernas. Esto es buena prueba de que el cristianismo estuvo también muy expandido por la población más baja.

En el museo encontramos expuestas seis lucernas tardorromanas con decoraciones cristianas. Estas lucernas expuestas tienen todas ellas, salvo la tercera (9) y la última (12) una forma que se denomina en Arqueología como “Hayes IIA”: un tipo de lucernas que existió entre los años 420-500 d.C. y que se caracteriza por tener una forma oval, un pico alargado con un canal bastante ancho y un asa maciza. Frente a este tipo encontramos la tercera lucerna que es “Hayes IIB”, que está en circulación desde el 450 al 550 d.C. y cuya única diferencia con el tipo anterior es que suele ser un tipo de lucerna menos cuidado. Estos dos tipos de lucernas son propios ya del Bajo Imperio romano y se conocen comúnmente como Lucernas de tipo norteafricano, pues eran características del Norte de África. En último lugar se encuentra la lucerna de la derecha que es un caso excepcional, sin paralelos en la península ibérica, ya que es propia de la zona del Mediterráneo oriental por su forma.

La decoración de estas lucernas, caracterizadas por la sencillez de la misma, denotan la importancia que tuvieron los símbolos para esta religión. Las lucernas del museo se dividen según su decoración en tres grupos: un grupo cuya decoración se basa en símbolos o escenas bíblicas, un segundo grupo de decoración con crismones y un tercer grupo de lucernas decoradas con una cruz.

-En el primer grupo se encuentran las dos primeras lucernas (7 y 8). La primera de ellas presenta en el borde una decoración a base de triángulos alternando con círculos impresos. En el interior del disco se representó un cordero que está caminando hacia la derecha. La representación del cordero es simbólica, ya que en el cristianismo el cordero era considerado la carne de Cristo. La siguiente lucerna presenta en el centro del disco una figura togada sobre un león con una serpiente y dispuesto entre dos ángeles. En esta lucerna aparecen representados de forma aglomerada los elementos más importantes: la figura humana principal como Cristo que tiene a su lado una serpiente, representación del Mal, y un león, representación del Bien, como alusión al camino que deben seguir los fieles. Todo este grupo, junto con los ángeles, hacen referencia a varios versos del Salmo 91 y que se escriben al final de esta página.

-En el segundo grupo están la tercera y la quinta lucerna (9 y 11). Ambas presentan decoraciones geométricas alrededor del disco. Dentro de este aparece el crismon, esto es un monograma o abreviatura compuesta por las letras griegas Χ y Ρ entrelazadas.

-El último grupo, formado por la cuarta y la sexta lucerna (10 y 12), presenta una cruz griega, es decir, una cruz con todas las partes iguales. Esta representación aunque es bastante sobria no deja lugar a dudas de su simbolismo cristiano.

El uso de las lámparas de aceite por los cristianos tuvo dos motivos. Por un lado se usaban como elementos de iluminación tanto en los aniversarios de los mártires cristianos, como en las iglesias tras el Edicto de Milán firmado en el año 313 d.C. por el que se daba libertad de religión. Por otro lado, las lucernas fueron codiciadas especialmente por los cristianos por su carácter simbólico-religioso, ya que se asimilaba la idea de que Cristo era la Luz y, más allá, también era Luz-Resurrección.

Las lucernas tardoantiguas son un aliciente más para comprender mejor los inicios del cristianismo, sus primeras manifestaciones, así como la importancia que tuvo sobre la sociedad en esos primeros momento en los que comenzó a andar. Las lucernas particularmente son un fiel reflejo de la sociedad del momento y gracias a ellas sabemos que el cristianismo empezará a entrar en la sociedad poco a poco y no de repente. Aparte, también será una buena prueba de cómo esta nueva religión empezará a calar en todos los ámbitos, así como en todas las clases sociales. Con estas nuevas decoraciones comenzará una nueva mentalidad y se pondrá fin al Mundo Clásico, que será sustituido poco a poco por el Cristianismo.

A ti no te alcanzará la desgracia ni la plaga llegará a tu tienda, pues él ordenó a sus santos ángeles que te guardaran en todos tus caminos, te llevarán en sus brazos para que tu pie no tropiece en piedra alguna, andarás sobre el león y la serpiente, pisarás al tigre y al dragón. Porque él se ha unido a mí, yo lo liberaré;

lo protegeré, pues conoce mi nombre.

Salmos, 91, 10-14.


 
 
 

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